Esta entrada trata sobre dos temas aparentemente opuestos y que conviven hoy en día: el machismo y el hembrismo. Aunque hembrismo es una palabra que no existe, la utilizaré para referirme al sexismo contra los hombres, que aunque no tenga una palabra propia, existe y hace tanto daño como el machismo.

¿Os parece un anuncio gracioso?

Ahora preguntaos ¿y si se hubiesen intercambiado los papeles? ¿Y si hubiese sido el hombre el que hubiese tirado al suelo a la mujer de un golpe? ¡Maltrato! gritarían todos, y con razón. Pues en este caso es exactamente lo mismo, maltrato.

Poneos en situación:

¿O es que una mujer no puede maltratar a un hombre? Todos los días oímos por la televisión noticias de mujeres maltratadas por hombres, una lacra de la sociedad que hay que eliminar radicalmente. Pero nunca oímos lo contrario, y existen muchos casos de maltrato de una mujer a un hombre, y no hace falta que sea físico (que por motivos obvios no es tan común). El maltrato psicológico es algo muy grave, y a largo plazo es peor que el físico, pues destruye emocionalmente a la otra persona. Para colmo, ¿alguien ve a un hombre yendo a la comisaría local a poner una denuncia porque su mujer le maltrata? Un hombre además debe soportar la vergüenza y la soledad que le provoca esta situación, porque un "macho" no es maltratado por su mujer si es bien "macho" (nótese el sarcasmo). E incluso éste maltrato psicológico se ve como gracioso.

Hace un tiempo, cuando aún estaba Aquí no hay quien viva en la televisión, recuerdo haber visto un capítulo en el que salían un hombre cabizbajo y lloroso y su mujer, altiva y autoritaria. Ella sólo le hablaba a su marido para decirle cosas como "¡Cállate, inútil, que me están hablando a mí!", y él sólo abría la boca para decir "Sí, cariño" y por último, un desternillante "Me quiero suicidar". ¡Ésto en una comedia de éxito en aquel tiempo! Aquello me indignó en lo más profundo, no entiendo cómo la gente puede estar tan ciega y ver ese tipo de cosas graciosas, cuando si hubiese sido con los papeles cambiados Aquí no hay quien viva hubiese sido cerrado y pagando una multa millonaria.


Otro ejemplo de ese hembrismo contemporáneo es el caso de los divorcios. Todo el mundo conoce a alguien que se ha divorciado y sabe cómo acaban las cosas: la custodia de los hijos para la mujer, la casa para la mujer, la obligación de pagarle una pensión a la mujer (además del alquiler del nuevo piso, ya que la casa se la ha quedado la mujer...) ¿Y todo esto por qué? Aunque parezca mentira, todo esto ha surgido de un profundo machismo y un profundo desprecio a las mujeres. Porque claro, la mujer es el sexo débil, ella no se puede mantener por sí sola, y por lo tanto cuando se divorcia del marido necesita una pensión para seguir adelante, como si fuéramos inválidas. Y claro, muchas mujeres se aprovechan de eso y encantadas de quedarse con todo. Despreciable.


Por último, lo más despreciable de todo, las mujeres que se aprovechan de la sociedad indulgente y condescendiente con la mujer y denuncian por maltrato a su marido siendo mentira, ya sea por quedarse con su dinero (caso más común) o por maldad pura y dura.


Y por supuesto, también está el sexismo hacia el otro lado, el machismo de toda la vida. El otro día por circunstancias (y con todo el dolor de mi corazón) tuve que pasar a la iglesia y oír al cura decir cosas del estilo "Para el hombre bienaventurado la mujer será una parra fértil" o "Una buena mujer es la que respeta la autoridad de su marido". Y lo más duro de todo fue ver a unos 50 feligreses diciendo amén (literalmente) a esas palabras.
Pero no hace falta irse a un ambiente tan retrógrado como la Iglesia para ver este tipo de muestras de machismo, sin ir más lejos un día vi en la propia Universidad una oferta de empleo en el que decían lo siguiente: "Salario: hombres X€, mujeres y discapacitados X++€". ¿Cómo que mujeres y discapacitados? ¿Están diciendo que las mujeres tenemos algún tipo de discapacidad frente a los hombres? Me hierve la sangre que en un lugar tan supuestamente culto como la Universidad pasen cosas así...



Ahí está la confusa posición de la mujer de hoy en día, menospreciada e inferior para unos, sobre-protegida y superior para otros. Basta ya de tanta hipocresía, lo que las mujeres realmente necesitamos es IGUALDAD, pero igualdad real, no superioridad.