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Por: María
Hay veces que nos viene bien tener en el ordenador, a parte de nuestro sistema GNU/Linux, un sistema operativo Windows, ya que aunque con una distribución GNU/Linux tenemos la gran mayoría de nuestras necesidades cubiertas hay algunos motivos para tener también un sistema Windows: ya sea para jugar o porque (como es el caso de nuestra carrera) en ciertas asignaturas debes tenerlo sí o sí.
Si ya tenemos nuestra distribución GNU/Linux funcionando perfectamente y no queremos modificarla pero necesitamos instalar/formatear Windows en otra partición tendremos un problema, y es que Windows no es muy dado a compartir el disco duro con nadie y se cargará el sistema de arranque GRUB de manera que no podrás acceder a tu partición con sistema GNU/Linux.
En internet hay multiples soluciones a este problema, pero es complicado encontrar una rápida, sencilla y efectiva (al final se suele acabar siguiendo varias recetas y liando unas con otras), y el método que expongo cumple esas características.
Hay veces que nos viene bien tener en el ordenador, a parte de nuestro sistema GNU/Linux, un sistema operativo Windows, ya que aunque con una distribución GNU/Linux tenemos la gran mayoría de nuestras necesidades cubiertas hay algunos motivos para tener también un sistema Windows: ya sea para jugar o porque (como es el caso de nuestra carrera) en ciertas asignaturas debes tenerlo sí o sí.
Si ya tenemos nuestra distribución GNU/Linux funcionando perfectamente y no queremos modificarla pero necesitamos instalar/formatear Windows en otra partición tendremos un problema, y es que Windows no es muy dado a compartir el disco duro con nadie y se cargará el sistema de arranque GRUB de manera que no podrás acceder a tu partición con sistema GNU/Linux.
En internet hay multiples soluciones a este problema, pero es complicado encontrar una rápida, sencilla y efectiva (al final se suele acabar siguiendo varias recetas y liando unas con otras), y el método que expongo cumple esas características.