Por:
Emi
Hoy inauguramos una nueva sección inspirándonos en el programa de televisión de
Peter Griffin. Y teniendo en cuenta que María y yo hemos tenido la tremenda suerte (nótese la ironía) de estudiar Informática en la ESI de Ciudad Real en estos oscuros y tormentosos días, ¿ Podríamos haber elegido algo más cercano que los fantásticos créditos ECTS para desvirgar la nueva sección?
Aun recuerdo cuando hace tres o cuatro años se empezó a hablar de cambiar el sistema de evaluación de nuestra escuela. Quizás fuimos los estudiantes los que lo entendimos mal, pero se nos planteó una preciosa e idílica situación en la que se valoraría nuestro esfuerzo continuo, nos quitarían la presión de jugarnos toda una asignatura a una única baza, podríamos ir eliminando temario de las asignaturas de forma que no tendríamos que presentarnos a ningún tipo de examen final (o en su defecto nos deberíamos examinar sólo de aquellas partes que no hubiésemos podido aprobar durante la evaluación continua)...
El caso es que la mayoría de nosotros cometió el tremendo error de creer en toda esa propaganda burocrática. Las cosas distan mucho de ser mejores que en aquellos años en los que tenías un examen final y otro extraordinario, y es que en aquellos tiempos el estudiante medio podía dormir todos los días como poco el mínimo de horas que recomiendan los expertos para que el cuerpo humano esté medianamente descansado o tener un mínimo de vida social. Bien es cierto que en épocas de exámenes tocaba penar, acostarse a las tantas y levantarse con el canto del gallo para clavar los codos en la mesa, pero supongo que cualquiera preferirá estar en esas condiciones 40-50 días que nueves largos y tormentosos meses.
Y es que llevo un par de años durmiendo una media de 4 o 5 horas diarias para poder dar minimamente abasto con todas las tareas, prácticas, proyectos y demás parafernalia que tengo que entregar semana si y semana también. Llevo MESES sin poder salir con mis amigos una noche entera a tomar unas cervezas sin tener que volverme temprano para madrugar al día siguiente o tener remordimientos por saber que esas horas debería estar dando el callo. Tengo la tremenda suerte de que mi novia también estudia informática y que vamos sacando las cosas de manera más o menos paralela, porque si no es porque la veo en clase o mientras estudiamos o hacemos proyectos seguro que me habría mandado a freír espárragos por tenerla tan abandonada...
Estoy hablando desde un punto de vista bastante personal, por lo que mejor voy a comentar una a una todas las mentiras que supone el sistema de evaluación ECTS:
- "No tendrás la presión de jugarte una asignatura en un examen final"
Esta es la primera gran farsa que tenemos que aguantar. He perdido la cuenta de todas las asignaturas en las que he tenido que presentarme a un examen final y aprobarlo (o pasar algún tipo de test eliminatorio) después de haberlas aprobado por evaluación continua. Es decir, pasamos todo un curso entero trabajando, estudiando y demás para luego acabar rezando antes del examen final para no tener un mal día y mandar todo tu esfuerzo a tomar por saco.
De hecho, en muchas asignaturas vemos como es obligatorio entregar (y bien, por cierto) hasta el último ejercicio o práctica, porque en cuanto falles en una sola entrega te mandan al año siguiente sin ningún tipo de escrúpulo.
Después de escribir estas palabras me doy cuenta de que en realidad es verdad eso de no te lo juegas todo en un único día...¡Te lo juegas 20 o 30 veces durante todo el año! Sin palabras.
- "Os vamos a poner exámenes sorpresa para asegurarnos de que la gente viene a clase"
¡Esta medida me parece estupenda! ¡Gracias a que si no ponen exámenes la gente no muestra interés por asistir a clase la gente que si lo hacemos tenemos que vivir el día a día con la presión de saber que te pueden poner un examen para el cual no has estudiado porque en su lugar estabas haciendo una de las
n tareas que debías hacer para mañana! Claro, es mucho mejor que la gente se pase por clase sólo por miedo y se pongan con su ordenador portatil a meterse en el
Marca o a hacer prácticas de otras asignaturas como todos hemos hecho más de una vez...¿Y sabéis que es lo mejor de todo? ¡Que gracias a esta medida te ves obligado a ir a clase aunque tengas 39 de fiebre o se te estén saliendo las tripas por la boca! ¡Estupendo!
- "Esta asignatura es de 9 créditos, por lo que aproximadamente deberéis dedicarle unas 190 horas de esfuerzo presencial y no presencial"
Esta es posiblemente mi favorita. Si eso fuese así, a estas alturas ya habría aprobado todas las asignaturas que tengo en el primer cuatrimestre, y aun así me seguirían debiendo unos cuantos créditos para el segundo. Lo mejor de todo es cuando el profesor de turno establece una planificación semanal de carga de esfuerzo y te intenta hacer creer que puedes hacer 10 ejercicios en una hora, escribir 500 líneas de código (no triviales, por supuesto) en el tiempo que puedes tardar en echarte una caña... Seguramente el problema es que no se han parado a pensar que nosotros seguimos siendo estudiantes que se supone que están cursando su asignatura para adquirir una serie de conocimientos y NO gente que tiene un
master en su especialidad.
Lo deseable sería que tomásemos alguna medida como estudiantes. Deberíamos tomar ejemplo de nuestros vecinos los franceses y echarnos a las calles para ponernos en el lugar que nos corresponde, pero a eso sólo estaríamos dispuestos cuatro gatos porque, como bien diría mi padre, eso es tan solo cuestión de cultura, y eso escasea de lo lindo en nuestro país. Mejor seguimos cada uno a lo suyo, sin pensar en el prójimo y tragando, tragando y tragando. En fin, "
Spain is different".
Y bueno, después de haber comentado mi postura con respecto a ese tema me toca cerrar esto e irme a pringar, que ya he desperdiciado un par de horas del día entre desayunar, comer y escribir esta entradilla y eso es un tiempo del que los estudiantes de Informática no disponemos desde hace un par de años. A ver si este año los Reyes Magos me hacen caso y permiten que los días tengan 48 horas...
+1 (aunque he de reconocer que suena demasiado quejicosa, pero realista)